LA TEORÍA DE LA
JUSTICIA
JOHN RAWLS
John
Rawls pretende en su teoría de la justicia establecer de alguna manera la
igualdad y equidad a través de dos principios fundamentales consistentes en: el
principio de libertades o de distribución de igual número de esquemas de
libertades para todos, así como el principio
de diferencia, en dónde las desigualdades económicas y sociales habrán de ser conformadas de modo tal que a la vez
que: a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos, b) se vinculen
a empleos y cargos asequibles para todos.
Partiendo
de estos dos principios en dicha teoría será necesario establecer que se
entiende por justicia y es que el autor desde mi parecer no alcanza a definir
de una manera clara y precisa dicho concepto, toda vez que involucra las
cuestiones morales a través de principios y valores importantes para la
correcta aplicación de la justicia, en dónde, se precisa de manera muy
subjetiva que la justicia será todo aquello que haga feliz al individuo, lo que
da lugar a un sinfín de interpretaciones si partimos desde esta definición.
Es
por ello que considero que si bien es cierto el autor procura que la justicia sea
de manera igualitaria y equitativa para la ciudadanía en su totalidad, también lo
es que difícilmente se llegará a un consenso en dónde todos o casi la mayoría
concuerden con la felicidad de cada uno de ellos. Me parece muy buena la idea
que establece el autor cuando dice que las libertades primarias deben de ser
aplicadas para todos y que es necesario un segundo principio de diferencia como
complemento del primero ya que es necesario una verdadera vinculación entre
estos principios, y es que, si nos situamos hoy en día con nuestra realidad
actual podemos percatarnos de que difícilmente exista un acuerdo de opiniones
por lo que hace a lo verdaderamente justo, toda vez que los pobres cada vez se
hacen más pobres y los ricos más ricos, que sería una visión totalmente
contraria a lo que en su momento Rawls pretendió establecer en su teoría en comento.
Nos
podemos percatar de que la situación real no ha de manejarse bajo la concepción
de que exista una relación entre justicia y moral para alcanzar la satisfacción
de moral y es que, Rawls parte de un contrato muy conocido y debatido llamado
contrato social, en el que, supuestamente la ciudadanía se compromete a cumplir
ciertas obligaciones con la finalidad de mantener una igualdad, libertad,
equidad, entre otros derechos para una mejor convivencia, aunque nuestro
verdadero sistema no funcione de esa manera.
En
ese sentido una crítica que haría por lo que hace a la definición de justicia
por este autor es que difícilmente podría llegarse a una legitimidad justa, si
partimos que existen un sinfín de culturas y subculturas, en las que cada una
de ellas considerará desde su muy particular criterio que es lo correcto o en su
defecto lo bueno o malo que debe de hacerse dentro de una comunidad, de ahí que
se mencione la subjetividad que se deriva de ello pues lo que se verá reflejado
de lo anterior será que cada quien considerará que es la felicidad y cómo es
que habrá de hacerse para llegar a ella.
Ahora
bien, es necesario para dar cumplimiento a esta teoría, tener presente que el
estado deberá de dotar de posibilidades y herramientas a la ciudadanía para dar
cumplimiento a los satisfactores que tengan como resultado una felicidad, en la
que deba de ser ventajosa para todos, aunque con una igualdad relativa ya que
de acuerdo a nuestro tiempo y espacio, encontrándonos en pleno siglo XXI, será
necesario otorgar más beneficios a los desiguales por no tener un punto mínimo
de partida por así decirlo, totalmente desigual, pero claro no partiendo de
quitarles o afectar a los que ya tienen esas posibilidades, sino que más bien
se velará únicamente por esos benefactores tanto colectivos como particulares.
Claro
está en que esta teoría debe de estar bien regulada con la finalidad de que no
se lleve a cabo la destrucción misma de la ciudadanía por alcanzar ese fin
último, ya que de otro modo no podría llevarse a cabo la teoría tan interesante
propuesta por este autor, que desde mi punto de vista pudiera equipararse con
el principio de proporcionalidad en dónde todos partiríamos desde las mismas
oportunidades sin distinción alguna, aunque es importante no llevarlas al
extremo como lo es en el caso de la toma de decisiones por cuanto hace a una
mala aplicación de reformas a determinadas leyes que pudieran ser hasta cierto
punto ventajosas solo para unos cuantos rompiendo cuantos principios se hayan
establecido, tal es el caso de la reforma laboral en la que pudiera estar de acuerdo
no en su totalidad así como en desacuerdo por otras circunstancias.